sábado, 31 de octubre de 2009

EUTANASIA ANTE LA ECONOMIA


El desarrollo de la ciencia ha permitido que enfermedades antes incurables tengan en estos días cura, pero a un costo económico al cual no todas las personas tienen acceso, dado que siguen mezclándose 2 cuestiones realmente muy distintas: la del número y proporción de longevos en la población, y la del número y calidad de los años que se logra vivir. La primera es la que mueve a políticos y planificadores; la segunda se deja en manos de los investigadores. Un ejemplo de ello es España, donde hace poco más de un año, buena parte de las delegaciones gubernamentales hablaban de una "hecatombe financiero-sanitaria" y de recortes "ineludibles". Muchos son los gobiernos de países desarrollados que se preocupan más por ajustar sus gastos sociales, que por el real bienestar de la ciudadanía.
Básicamente, en este tiempo de hegemonía de la economía de mercado, unido en el Tercer Mundo con las pretensiones de cumplir los mandatos del FMI a cualquier costo, la "ideología del buen morir" cumple maravillosamente bien el servicio de asistente del suicidio masivo de la función propiamente médica:
"Apoyando la transferencia...de pacientes insolventes por fuera de los tratamientos curativos".
"Ahorrando el sufrimiento... económico de los sistemas "por capitación", que con el etiquetamiento de `paciente terminal' se eximen de la obligación de brindar la prestación convenida".
"Conteniendo los reclamos personales o jurídicos que pudieran hacer pacientes o familiares que llegan a estados incurables por impericia o negligencia médica".

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